Dicho esto, vayamos con la reseña.
El caso. Esta semana, Liv se mete en el papel de una mujer que canta country en un bar de poca monta. ¿Que no hace bien esta chica? Sabe meterse en los papeles de todos los personajes que le tocan y encima sabe cantar. Si es que lo tiene todo. El caso es que fue ahogada. ¿El responsable? El que menos esperamos todos. Yo esperaba que fuese alguien del bar donde trabaja pero en realidad es un tipo que sale bien poco en el episodio, uno que a punta de pistola atracó una tienda y se escondió en casa de la cantante pensando que no había nadie. Así que la ahogó con sus mismas manos.
El asesino de la semana |
Blaine y Peyton. Parece que Peyton entra en razones y comprende lo que ha sufrido su amiga Liv en el último año, teniendo que dejar su relación con Major y otras muchas cosas. Mientras tanto, vemos como se cruzan los caminos de los personajes. Blaine sigue con su negocio de Utopium, convirtiendo en zombie a quien cortó esta droga para que no vuelva a hacerlo ya que la quiere pura (o algo así creo, la verdad que no me enteré demasiado bien de esta parte. Las prisas, que no son buenas XD) Todo esto desencadena en que Peyton se encuentre con Blaine en los despachos del bufete en el que está. Parece que ella se interesa por él. Las cosas empiezan a ponerse interesantes.
Sin curiosidades, o al menos ninguna que haya visto.
Mi nota: 8
Espero os haya gustado y... cantad para alegraros la vida.
2x10: El Método De La Cabeza
2x11: Cincuenta Tonos De Materia Gris
2x12:
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